Potenciar tu fertilidad de forma natural y aumentar así tus posibilidades de quedarte embarazada es el resultado de múltiples factores: entorno, estilo de vida, dieta, psicología… Algunos se sentirán decepcionados al saber que no existe una dieta específica antes de la concepción para quedarse embarazada, pero una cosa es cierta: nuestros hábitos juegan un papel fundamental en nuestra fertilidad femenina y masculina. Como la maternidad es un asunto de pareja, esto significa que los buenos hábitos de las mujeres tendrán tanta repercusión en la fertilidad como los de los hombres. Para aumentar nuestra fertilidad, no se trata de adoptar una dieta específica, sino de cuidarnos. Si prestamos atención a lo que comemos y hacemos, estaremos preservando nuestra salud y aumentando nuestra fertilidad.
Fertilidad y fisiología: conozca su cuerpo para aumentar sus posibilidades de concebir
Consulte a un profesional sanitario
Puedes pedir cita con tu ginecólogo o matrona para revisar la situación. Háblale de tu deseo de quedarte embarazada, será un valioso aliado y podrá adaptar sus consejos a tus necesidades.
Conozca su periodo de ovulación
Ten en cuenta tu fecha de ovulación. La ovulación es una etapa clave de la fertilidad. Se trata de una fase expresiva que comienza más o menos del 14º al 20º día del ciclo (esta fase varía mucho de una mujer a otra, se da a título indicativo). Es durante este periodo cuando las mujeres pueden quedarse embarazadas.
Desintoxique su cuerpo
Fumar es el enemigo número uno de tu fertilidad. Por lo tanto, es esencial dejar de fumar o reducir su consumo, ¡y esto también es aconsejable para su cónyuge! Recuerde que contribuirá en un 50% a la fertilidad, y el tabaquismo pasivo también es perjudicial. No dude en pedir ayuda a un especialista en tabaco.
Además de una dieta equilibrada (ver consejos más abajo), recuerda beber mucha agua a lo largo del día.
Piensa en ciertas plantas para limpiar tu organismo en el periodo previo a la concepción (limón, romero, diente de león, levístico…) y en plantas que te ayuden a potenciar tu fertilidad después (ortiga, milenrama, jengibre, rosa damascena…). Infórmese antes porque algunas plantas no están recomendadas en caso de RMA (Reproducción Médicamente Asistida), FIV (Fecundación in Vitro)…
Fertilidad y dieta: ¿qué alimentos tomar para aumentar las probabilidades de quedarse embarazada?
Coma alimentos variados
Nunca se repetirá lo suficiente: la regla de oro es comer de todo en cantidades razonables para aportar todos los nutrientes esenciales para que el organismo funcione correctamente. Esta regla se aplica aún más a las parejas que se preparan para un embarazo.
Centrarse en las grasas buenas
En el caso de las mujeres, los omega-3 ayudan a producir hormonas buenas y contribuyen a normalizar los ciclos menstruales. El omega 6 mejora la estructura de las células reproductoras. En el caso de los hombres, el omega 3 aumenta la calidad del esperma. (véase nuestro artículo sobre el tema) Encontrará grasas buenas variando regularmente los aceites. Cada uno de ellos aporta diferentes ácidos grasos en cantidades variables. Coma frutos oleaginosos (frutos secos como almendras, avellanas, nueces, etc.) y pescado azul (caballa, sardinas, arenque, anchoas, etc.). Y limitar al máximo las grasas malas, es decir, todas las procedentes de la transformación industrial.
Mantener buenos niveles de azúcar en sangre.
Los estudios muestran ahora una relación entre los niveles elevados de azúcar en sangre y los trastornos de la ovulación. Para evitar los picos de azúcar en sangre que requieren la producción de demasiada insulina, puede favorecer los alimentos ricos en fibra y los alimentos con un índice glucémico bajo: legumbres secas (lentejas, garbanzos, judías blancas, etc.), cereales (quinoa, bulgur, trigo sarraceno, etc.) y harinas integrales (arroz integral, pan integral, pasta integral, etc.), verduras crudas o cocidas. En cuanto al azúcar blanco refinado, ¡cuanto menos consuma, mejor! Si no puede prescindir de él, puede sustituirlo por azúcar de flor de coco o sirope de ágave. Tendrán menos impacto en sus niveles de azúcar en sangre. Para una explicación más detallada del índice glucémico de los alimentos, consulte nuestro artículo sobre el tema.
Coloca la fruta y la verdura en el centro de tu dieta.
Aportan grandes cantidades de vitaminas y minerales, todos los cuales intervienen -de alguna manera- en su fertilidad. Cuanto más colorido sea su plato, más probabilidades tendrá de contener una gran variedad de vitaminas. También debe elegir frutas o verduras locales, ya que algunas de las cualidades nutritivas se pierden durante los largos viajes de transporte, durante los cuales se añaden tratamientos a las plantas para que aguanten durante el transporte. Además, las plantas de los confines de la tierra rara vez se recogen en su madurez, por lo que en su mayoría carecen de nutrientes y sabor. Dar prioridad a la calidad de los productos limitando el uso de plaguicidas, porque aunque el efecto de los plaguicidas sobre la salud aún está mal evaluado, partimos de la base de que son potencialmente tóxicos y que tienen consecuencias sobre la fertilidad.
Mantener o aspirar a un peso “saludable”.
El peso es un valioso indicador de tu fertilidad, ya que tanto la obesidad como la desnutrición se asocian a mayores problemas de ovulación. Es como si el organismo conociera de antemano las necesidades necesarias para el correcto desarrollo de un embarazo y se “protegiera” en caso de carencias nutricionales para evitar la posibilidad de embarazo. El objetivo es acercarse o mantener un peso “saludable”, es decir, tener un IMC entre 19,5 y 24,9.
Fertilidad y vida sana: buenos hábitos a adoptar antes de preparar el embarazo
Evitar los disruptores endocrinos
Prohibir los disruptores endocrinos Están presentes en todas partes: en los cosméticos, en los productos de limpieza, en los alimentos, en los envases… Están surgiendo numerosos estudios que ponen de relieve el vínculo entre los disruptores endocrinos y las hormonas. Dificultan su buen funcionamiento y perjudican la fertilidad.
Evite también los parabenos y sus derivados.
Aprender a gestionar el estrés
El estrés puede influir en la calidad de la vascularidad endometrial, esencial para una buena implantación del óvulo. Por lo tanto, es esencial aprender a gestionarlo.
Existen métodos sencillos y eficaces: homeopatía, yoga, hipnosis, sofrología, acupuntura… De ti depende elegir el que más te convenga.
Hacer deporte
Una actividad física regular pero razonable optimiza la fertilidad. Es una oportunidad para pasear, nadar, montar en bicicleta (¡pero con cuidado!)…
Considera también el yoga de la fertilidad. Recomendado como acompañamiento de la PRA, este proceso aumentaría la tasa de éxito de la FIV. También es un método interesante para gestionar el estrés y comprender mejor los mecanismos del organismo.
La información contenida en este artículo tiene carácter meramente informativo y no sustituye al asesoramiento médico. En caso de infertilidad, se recomienda consultar a un profesional sanitario para un seguimiento adecuado.